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Casa Candina

Tu refugio de tranquilidad en Oriñón
Bienvenidos a Casa Candina
Fachada Casa Candina

VENTAJAS EXCLUSIVAS RESERVANDO directamente aquí:

Early check-in

Sujeto a disponibilidad

Late check-out

Sujeto a disponibilidad

Mejor precio

Garantizado
Playa de Oriñon

Espaciosas y atractivas
Suites exclusivas y cómodas

Casa Candina cuenta con cuatro amplias habitaciones tipo suite, ideales para aquellos viajeros que buscan comodidad y exclusividad en un entorno natural impresionante.

Junior Suite con balcón

Nuestras Junior Suites con Balcón te ofrecen una amplia terraza privada para disfrutar de las preciosas vistas a la montaña y relájate en un ambiente de confort y tranquilidad.

Habitación cerca de la playa en Oriñón

Junior Suite

Las Junior Suites se encuentran en la segunda planta y disfrutan de techos abuhardillados con grandes vigas de madera, que crean un ambiente de lo más acogedor.

Habitación abuardillada en Oriñón

Oriñón y alrededores
el entorno

La zona destaca por su impresionante belleza natural, combinando playas de arena dorada, acantilados imponentes y verdes prados.

Nuestros huéspedes hablan
Que no te lo cuenten

ESTUPENDO

La estancia ha sido estupenda. Hemos estado muy a gusto y han estado muy pendientes de que nuestra estancia fuera perfecta, además de darnos unas recomendaciones excelentes. Cuando volvamos por la zona repetiremos seguro.

Antonio

EXCEPCIONAL

Un lugar encantador, limpio y el trato genial, se nos facilitó mucha información sobre actividades, lugares para visitar y excursiones, así como, donde poder desayunar, comer o cenar con mayor seguridad y calidad. Hemos estado muy bien y lo recomendamos.

Irene

FANTÁSTICO

Apartamento muy bonito, confortable y bien equipado. Los propietarios son super amables.  

Moya

Lo que Nos Hace Únicos
Nuestra propuesta de valor

Amplitud y confort

Disfruta de una estancia en suites de 25 m² con zona de día y de noche.

Desayunos caseros

Comienza el día con un delicioso desayuno preparado con esmero por nosotros.

Entorno natural

A solo 100 metros de la playa, disfruta de un entorno idílico para relajarte.
Logo Casa Candina sin fondo
Playa de Oriñón Acuarela
Así nació casa candina...

Mi historia se remonta a 1940, los cimientos y paredes fueron construidas con piedras que provienen de la montaña que me ha dado el nombre. Concretamente con las extraídas del camino que se abrió sobre el manantial de agua que emana a sus pies.

Los niños, antes de ir a la escuela muy temprano, hacían un viaje con piedras que pudieran cargar para que así el cantero tuviera con que comenzar a trabajar cuando llegara. Mientras los adultos sacaban los animales de las cuadras, les daban de comer, ordeñaban las vacas y marchaban a cultivar, también segaban la hierba para secarla y guardarla luego en el payo para el invierno.

Cuando tenían todo encaminado, el padre se disponía a ir a buscar percebes, centollos, caracolillos, lapas, quisquillas y algún pez para llevar a la mesa. Aparte de la tierra, siempre fueron muy adeptos a la mar. Mientras la madre en casa hacía el pan y los embotados de lo cosechado, esperaba la vuelta de su compañero con la pesca.

Eran tiempos duros entonces, donde había escasez y pocas comodidades, pero eso no detenía las ganas de vivir y progresar en este entorno natural tan bonito rodeado de huertas, animales, río, mar y montañas.

Después de una vida de sacrificios y de criar a sus hijos, nos fuimos haciendo mayores a la par. Ellos tuvieron que marcharse, pero yo, sigo aquí… esperando a quien cobijar y deseando sentir nuevamente la calidez de aquellos que necesiten de mí. Necesito algunos retoques, pero aún tengo mi encanto y una energía muy bonita para regalar.

En febrero del 2020 conocí a una pareja que vino a visitarme, conectamos al instante. Después de muchas idas y venidas por fin, logramos unir nuestros caminos.

Pusieron mucho énfasis en devolverme a los buenos tiempos, dado que necesitaba una puesta a punto para poder ser eficiente nuevamente.

Me desnudaron completamente, sanearon por dentro y por fuera, con la mayor sensibilidad y gusto posible respetando mi historia. Ahora, aunque conservo mis paredes originales, tengo dentro de mí un trozo de País Vasco en forma de vigas, pilares de roble y castaños centenarios, concretamente de un caserío de Okondo con 300 años de edad.

Mis suelos han sido sustituidos por baldosas de barro hechas a medida para mí, cocidas tradicionalmente en horno de leña por un hombre muy simpático y campechano de Madrid.

También cuento con energía renovable en forma de aerotermia, agua caliente que circula por toda la casa, inclusive por los suelos en forma de calor en las épocas de frío.

Fue condición que el naranjo de la entrada y yo seamos inseparables, aunque mayor, aún da una hermosa sombra con frutos dulces y jugosos. Han respetado el pozo de agua que me ha acompañado siempre, ahora el huerto y los patios se siguen regando con él como siempre se ha hecho.

En general, tengo muchas cosas nuevas que para mí eran desconocidas hasta ahora, pero al mismo tiempo agradezco el conservar mi alma.

Gracias por venir, prometo que al marchar, os llevaréis un trocito de mí para que os dure hasta que volvamos a vernos…